Volver al trabajo después de las vacaciones siempre resulta difícil. Es hora de volver a la vida real y a la rutina que nos acompaña durante todo el año.
Según los expertos, el periodo de adaptación al trabajo después de la vuelta de vacaciones es de entre una y dos semanas.
Los primeros días de Septiembre pueden ser un poco caóticos hasta que nuestro cuerpo y sobre todo nuestra mente se adapta. . El “síndrome posvacacional” genera a muchas personas estrés, malestar psíquico, tristeza, irritabilidad e incluso, depresión.
La actitud positiva es determinante para retomar el trabajo de la mejor forma posible. Al igual que enero, septiembre puede ser el mes de los propósitos, pero con el firme convencimiento de llevarlos a cabo.
Por eso, desde Viajes Interrias os queremos dar unos consejos para que “la vuelta al cole” sea lo menos traumática posible.
Vuelve a las actividades cotidianas con mente positiva
Lo normal al regresar de vacaciones es que te sientas negativo y melancólico. Por eso, debes centrarte en las cosas positivas. Unos días antes de la incorporación al trabajo es recomendable empezar a retomar los horarios de forma escalonada para que el cambio no sea drástico.
Deja tiempo para socializar y motivarte
Una buena “rentrée” se basa en la socialización; hablar con los compañeros y escucharles. Comentar vuestras vacaciones, ayudaros mutuamente. Aprovechad para incorporar nuevas motivaciones como ir a comer fuera algún día o incorporar algún material de trabajo o decorativo nuevo.
Sé organizado y prioriza
Planifica la semana, organiza las tareas, los emails y mentalízate de que podrás llegar a todo en los plazos establecidos.
Saber priorizar es algo que parece lógico pero que muchas veces no ponemos en práctica. No pretendas hacer todo al mismo tiempo. Tú mejor que nadie sabes que qué es lo más importante.
Precipitarse no es bueno
Pensar que nada más regresar de las vacaciones, tu energía y motivación estará al mismo nivel que cuando te fuiste, es engañarse a uno mismo.
Debemos encarar cuanto antes las actividades y gestiones laborales pero también necesitamos un tiempo de entrenamiento. De esta forma, evitamos tomar decisiones precipitadas que puedan llevarnos a problemas posteriores.
Guarda tiempo para el descanso y el relax
Cuando estamos metidos de lleno en el trabajo, muchas veces, nos olvidamos de nosotros mismos. Cenar con los amigos, dar largos paseos con tus mascotas, hacer rutas en bici, practicar deporte, hacer excursiones…son actividades placenteras que podemos mantener durante todo el año y nos harán desconectar de la rutina laboral.
Vacaciones todo el año
Hay hábitos que solemos tener solo en vacaciones que podemos incorporar a nuestra rutina de trabajo. Por ejemplo, desayunar mientras te pones al día con toda la actualidad es algo que asociamos a bienestar y relax y pensamos que es imposible hacerlo cada día antes de ir a trabajar, cuando realmente si se puede.
Cuidarse por dentro y por fuera
Es importante llevar una vida sana durante todo el año, aunque durante las vacaciones nos permitamos algún capricho. No hace falta hacer dietas, basta con tener una alimentación equilibrada y practicar algo de deporte.
Escápate cuando puedas
En vez de soñar con el próximo verano hay que hacerlo con el próximo fin de semana. La meta corta estimula, y por el contrario, la muy larga, incomoda.
No hace falta irse lejos o muchos días para desconectar y disfrutar.
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¡Lo importante es la actitud! Volver al trabajo y a casa es inevitable, lo importante es cómo quieras hacerlo.
Me gusta la idea de no esperar las siguientes vacaciones. En cuanto al despertar si es difícil pero debemos merendar antes para ir a dormir temprano y madrugar unos días antes de empezar la rutina