Por mucho que creas conocerla, Galicia siempre sorprende. Tiene ese “algo” que atrae y cuando te vas la “morriña” se apodera de ti.
Ahora que los Carnavales llegaron a su fin, la siguiente escapada que seguro que ya estáis organizando es la Semana Santa, y por eso en este y el siguiente post os vamos a hacer dos propuestas de viaje, ¿adivináis a dónde? ¡Galicia os espera!.
Galicia es mucho más que una Comunidad. Son tradiciones, verdes paisajes, aguas salvajes y cristalinas, historias y placeres gastronómicos. Unos la visitan por sus playas, otros por su clima, por su gastronomía o por su oferta cultura. Pero todos tienen algo en común y es que repiten.
Nuestra primera propuesta para esos días de desconexión y aprovechando las temperaturas más suaves es una ruta en coche para descubrir la costa sur, las denominadas Rías Baixas.
Playas kilométricas, gastronomía del mar y de la tierra de la más alta calidad y en abundancia – os prometemos que no vais a pasar hambre-, clima agradable, pueblos marineros…son solo algunos de los encantos que vais a descubrir.
Empezamos el recorrido en la Illa de Arousa, unida a la península por un puente de casi dos kilómetros que cruza la Ría de Arousa, la más grande la comunidad. En ella os encontraréis con numerosas calas de arena blanca y fina en las que disfrutar de la calma y relax de la zona.
El siguiente punto en nuestro camino es Cambados, capital del Albariño y parada imprescindible en la ruta. El casco antiguo de esta villa, uno de los más bonitos, acoge el pazo de Fefiñáns y la bodega más antigua de la Denominación de Origen Rías Baixas. No os podéis ir de Cambados sin disfrutar de la gastronomía, da toxacompañada de un buen vino.
La siguiente parada en la ruta es O Grove y la Isla da Toxa. En esta zona se encuentra una de las playas más famosas de la comunidad, la playa de La Lanzada, un arenal de 2,5 km rodeado de dunas y con un oleaje que atrae a los surfistas. En ella se encuentra la ermita de Nuestra Señora de la Lanzada, una capilla románica del siglo XII pequeña y sencilla que merece la pena visitar. Después de recorrer sus km podéis dar una paseo por el Grove y A Toxa, donde destaca su capilla recubierta de conchas.
Dejamos estos municipios para seguir hacia Combarro, siguiente parada en nuestra propuesta. Esta villa marinera se caracteriza por albergar 60 hórreos. Un paseo por su casco histórico, lleno de soportales y cruceiros es un regalo para la vista.
Llegamos a Pontevedra, una ciudad tranquila y muy cómoda para visitar. Su casco histórico está repleto de soportales, fuentes y cruceiros. En la plaza de la Herreria se encuentra la iglesia de la Peregrina – curiosa su forma de vieira – que protege a los peregrinos que marchan hacia Santiago.
Si queréis desconectar y relajaros, os proponemos un paseo por la Ila das esculturas, al borde del río Lérez.
La siguiente parada en nuestro camino es Vigo, la ciudad de las rías baixas más poblada y que merece una parada para descubrir su concatedral neoclásica, la casa de Ceta, la casa-torre de Figueroa, los soportales del barrio de pescadores y el mercado de la piedra, donde podréis degustar de unas exquisitas ostras.
Desde el puerto podemos coger un barco para visitar las denominadas “Islas de los dioses”, La Islas Cíes. A partir de este año la Xunta de Galicia implanta un nuevo modelo de acceso a las Islas, basado en una autorización personalizada para cada visitante, que se puede obtener a través de su página web.
Si el tiempo lo permite, podréis disfrutar de un baño –frío, eso sí- en las playas de las islas, hacer alguna de sus rutas y disfrutar de la gastronomía en un entorno único.
Volvemos a la península para visitar Baiona, una villa de aire medieval llena de calles estrellas y empedradas y una monumental fortaleza al borde del mar que hoy en día acoge el parador de turismo. Os recomendamos dar un paseo bordeándola y disfrutando de la brisa y oleaje del mar.
La última parada en este recorrido por las Rías Baixas es la villa marinera de A Guarda, en la que se encuentra el castro de Santa Tegra, un lugar único que os va a sorprender. Está ubicado en lo alto del monte, ofreciendo al visitante una panorámica espectacular. En A Guarda, podéis pasear por su puerto y recorrer la senda del litoral que os llevará hasta las playas de O Muiño, donde el río Miño se funde con el océano haciendo que cuando la marea sube sus aguas sean saladas y cuando baja, dulces.
Dependiendo de los días que tengáis podéis añadir más puntos a nuestra propuesta y organizar la estancia en cada uno de ellos.