Ciudad Real tiene fama de tierra de secano, y lo es. Pero cuenta también con unas reservas naturales, humedales y parques naturales que ninguna provincia española posee.
Situada en el centro de España, al sur de Madrid, Ciudad Real ya estuvo en la mente de Miguel de Cervantes cuando en su obra El Quijote, Sancho dijo: «Dígame, señor, por el siglo que más quiere, ¿este vino es de Ciudad Real?». Los personajes de esta ilustre obra están presentes en cada uno de los rincones de la ciudad; nombres de los personajes en las calles, esculturas, detalles cerámicos, o un museo son sólo algunas de las referencias al Quijote.
Hoy en nuestro post queremos descubriros algunos de los rincones de la provincia a través de una propuesta de itinerario en el que durante 3 días nos impregnamos de la calidez de sus gentes, su buena gastronomía, sus viñedos y su naturaleza.
Día 1.

Vistas desde la hab Hotel Bodega Pago del Vicario
Iniciamos el recorrido comiendo y alojándonos en el Hotel-Bodega Pago del Vicario, situado a las afueras de Ciudad Real. Nada más llegar llama nuestra atención el diseño de la edificación en forma de catalejo que acoge la bodega y el restaurante.

Bodega Pago del Vicario
El hotel cuenta con pocas habitaciones con un diseño elegante y minimalista. Sin duda un alojamiento perfecto para descansar entre viñedos.

Parque Nacional de Cabañeros
Por la tarde nos acercamos al Parque Nacional de Cabañeros que alberga en su interior numerosas rutas de senderismo, rutas en 4×4 y un museo en el que conocer la flora y la fauna del lugar y su historia. Si vais en esta época podréis presenciar una de las maravillas de la naturaleza; la famosa berrea (la llamada de los ciervos machos a las hembras). Algo que destaca en este enorme paraje es el cuidado hacia la naturaleza, preservando en todo momento el bienestar de su fauna.
La visita dura aproximadamente 2 horas, en las que el guía nos va contando la historia del lugar y donde podemos observar molinos originarios de la zona que han restaurado.
Día 2.

Iglesia de Sna Andrés de los Infantes

Patio casa Villanueva de los Infantes
Iniciamos el segundo día desplazándonos al pueblo Villanueva de los Infantes en donde nos perdernos en sus maravillosas callejuelas hasta llegar a su Plaza mayor, donde se encuentra también su Iglesia de San Andrés con aires de Catedral. La hospitalidad de sus vecinos se refleja en el caluroso recibimiento que hacen a los visitantes, abriendo sus casas para disfrutar de la belleza de sus patios.
Desde allí nos desplazamos a San Carlos del Valle, para conocer su Plaza mayor y disfrutar de un aperitivo en la Hospedería San Elena.

Plaza Mayor San Carlos del Valle.
Con el estómago lleno nos desplazamos a Bodegas Real, que cuenta con amplios viñedos y un impresionante edificio que alberga la Bodega, un restaurante y espacios para realizar eventos de empresas o sociales (bodas, bautizos,…). Tras realizar una visita en un tractor adaptado para transportar a varios visitantes hasta la zona más alta de la finca, realizamos una cata de sus vinos para ir abriendo el apetito antes de degustar en su restaurante algunos de los platos típicos de la zona.
Desde allí nos trasladamos a Valdepeñas para visitar la antigua Bodega Los Llanos, que en la actualidad está gestionada por el Ayuntamiento y alberga un restaurante. En ella visitamos su impresionante cueva en la que se encuentra un “cementerio de botellas” .
Desde allí nos trasladamos a Almagro, donde realizamos una visita guiada y asistimos a una breve representación teatral cómica en su famoso Corral. Pasear por sus calles, adquirir productos de la tierra para regalar, disfrutar de las famosas berenjenas son solo algunas de las ofertas que ofrece el pueblo. Decidimos cenar en el Restaurante El Corregidor antes de ir a descansar al Hotel Boutique Spa La Casa del Rector; un alojamiento que sorprende a sus huéspedes. Podréis encontrar en el mismo edificio una zona rústica con las habitaciones en el patio de la antigua casa, otra zona moderna y una de diseño.
Día 3.

Pozo Motilla del Azuer.
Nuestro último día en Ciudad Real lo empezamos acercándonos visitar el Yacimiento Arqueológico La Motilla del Azuer en el que llama nuestra atención el enorme pozo que alberga la edificación.

Molinos Campo de Criptana.
Desde allí nos trasladamos a Campo de Criptana para visitar la Bodega Castiblanque, ubicada en el centro del pueblo. Tras una visita y una cata de raíz en la que catamos los vinos en su inicio, recién llegados de los viñedos nos trasladamos a conocer los famosos Molinos de Campo de Criptana donde nos muestran su funcionamiento y nos realizan una pequeña obra teatral de unas páginas del Quijote. Decidimos comer en el restaurante Las Musas, una opción muy recomendable si visitáis la zona.

Cueva Bodegas Verum en Tomelloso.